Las Navidades siempre cambian, por muy estrictos que queramos ser, nuestras costumbres alimenticias.
Acostumbramos a comer alimentos ricos en grasas, hidrato de carbono… los cuales, en exceso, no son nada beneficioso.
Por ello, es recomendable que volvamos al equilibrio lo antes posible, y para ello os vamos a dar algunos consejos:
-Lo primero sería tener en cuenta las cantidades de comida con las que nos hemos acostumbrado en estas fechas, por lo que debemos ir reduciendo este aspecto en la medida de lo posible.
-No creas en dietas milagrosas que prometen cambios instantáneos.
-Debemos controlar y evitar conscientemente el consumo de platos calóricos, concentrados en grasas y azúcares así como de bebidas alcohólicas.
-Los días posteriores a estas fechas debemos de tratar de ingerir muchos líquidos sin azúcar ni alcohol, lo más recomendable es beber agua.
-Hay que tratar de tomar alimentos saludables como: frutas y verduras frescas, sopas, infusiones, gelatinas, lácteos desnatados.
-Es muy recomendable combinar todos los consejos anteriormente mencionados con la práctica de ejercicio.